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“A journey is best measured in friends, rather than miles.” Tim Cahill
After months of planning, selling, packing, and one incredibly stressful journey, we finally arrived in Poggio Moiano, our first home in Italy! 🇮🇹✨
As we’ve shared before, choosing the Sabina region was an easy decision. The area’s rich agricultural history, strong sense of community, and stunning landscapes made it the perfect place for our olive oil journey. But why Poggio Moiano specifically? It all came down to connections and kindness.
From the moment we arrived, we felt an automatic sense of community—especially with fellow expats who welcomed us with open arms. A huge part of that warm welcome came from Gustavo and Natalia, who have been nothing short of amazing. We already mentioned how they met us at the train station, brought us to their home for a comforting first meal, and made us feel like family. But their kindness didn’t stop there!
They have helped us with:
Transportation & Translation – From paperwork runs to Rieti to countless house and olive grove visits, they’ve been by our side.
Finding Our First Home – They connected us with the house where we’ll be staying for the next three months while we look for something more permanent.
Support & Friendship – Moving to a new country is overwhelming, but having friends like them makes all the difference.
We can’t thank them enough! If you’re curious about their journey restoring a medieval home in Italy, check out their YouTube channel: 🎥 RECICLANDO UNA CASA MEDIEVAL EN ITALIA
Another wonderful person we met right away was Gianni, who picked us up at the train station. He has a huge heart—he even offered us his car if we need it! Not only that, but he’s been teaching Fermin to drive a manual car and invited us to his home for dinner, where he prepared an amazing wild boar dish. 🍽️
Our Italian teacher, Iva, and her husband Antonino, are also incredible. Iva lived in Montevideo, Uruguay for three years, so she speaks just like us—even using “tipo” and “boludo” in conversation! They have been so generous, offering to help with anything we need. Antonino’s father owns 900+ olive trees, and he himself is an architect, so he also offered us help in choosing the right olive grove and home.
As for the rest of the town, people are definitely curious about us—but in a friendly way! Poggio Moiano is a small town of about 2,700 people, where everyone knows each other. The language is a bit of a barrier, but we’re trying, and we can tell that people appreciate the effort. They are willing to help, and we already feel like part of this wonderful community.
Stay tuned for our next post: Looking for the perfect grove!
With love,
Sandra, Fabian, Fermín
Español
Después de meses de planificación, ventas, empacar y un viaje increíblemente estresante, ¡finalmente llegamos a Poggio Moiano, nuestro primer hogar en Italia! Como hemos compartido antes, elegir la región de Sabina fue una decisión fácil. Su rica historia agrícola, su fuerte sentido de comunidad y sus paisajes impresionantes la convirtieron en el lugar perfecto para nuestra aventura con el aceite de oliva. Pero, ¿por qué específicamente Poggio Moiano? Todo se redujo a conexiones y cordialidad.
Desde el momento en que llegamos, sentimos un inmediato sentido de comunidad, especialmente con otros expatriados que nos recibieron con los brazos abiertos. Una gran parte de esa cálida bienvenida vino de Gustavo y Natalia, quienes han sido simplemente increíbles. Ya mencionamos cómo nos recogieron en la estación de tren, nos llevaron a su casa para nuestra primera comida reconfortante y nos hicieron sentir como en familia. ¡Pero su amabilidad no terminó ahí!
Nos han ayudado con:
- Transporte y Traducción – Desde los trámites en Rieti hasta incontables visitas a casas y olivares, han estado a nuestro lado.
- Encontrar nuestro primer hogar – Nos conectaron con la casa donde nos quedaremos los próximos tres meses mientras buscamos algo más permanente.
- Apoyo y Amistad – Mudarse a un nuevo país es abrumador, pero tener amigos como ellos marca toda la diferencia.
¡No podemos agradecerles lo suficiente! Si tienen curiosidad sobre su proyecto restaurando una casa medieval en Italia, visiten su canal de YouTube: 🎥 RECICLANDO UNA CASA MEDIEVAL EN ITALIA
Otra persona maravillosa que conocimos de inmediato fue Gianni, quien nos recogió en la estación de tren. Tiene un corazón enorme—¡incluso nos ofreció su auto si lo necesitábamos! No solo eso, sino que también le está enseñando a Fermín a manejar un coche con transmisión manual y nos invitó a su casa a cenar, donde preparó un increíble plato de jabalí. 🍽️
Nuestra profesora de italiano, Iva, y su esposo Antonino, también son increíbles. Iva vivió en Montevideo, Uruguay, durante tres años, ¡así que habla igual que nosotros! Incluso usa expresiones como “tipo” y “boludo” en la conversación. Han sido muy generosos y nos han ofrecido ayuda con lo que necesitemos. El padre de Antonino tiene más de 900 olivos, y él mismo es arquitecto, así que también nos ha ofrecido su ayuda para elegir el olivar y la casa adecuada.
En cuanto al resto del pueblo, la gente definitivamente siente curiosidad por nosotros, ¡pero de una manera amigable! Poggio Moiano es un pequeño pueblo de aproximadamente 2,700 personas, donde todos se conocen. El idioma es un pequeño obstáculo, pero lo estamos intentando, y podemos notar que la gente aprecia el esfuerzo. Son muy dispuestos a ayudar, y ya nos sentimos parte de esta maravillosa comunidad.
Con amor, Sandra, Fabian y Fermin